Harto sabido es que no debemos juzgar un libro por su portada, mas cualquier ratón de biblioteca que se precie nunca podrá zafarse de esos prejuicios por más que lo intente a porfía. Lo cierto es que hay diseños ostentosos, rutilantes, que acarician los sentidos del ávido lector con solo mirarlos y urden sus propias tretas para hacerle comprar ese título sin juzgar lo verdaderamente importante, el contenido; otros, en cambio, adolecen de ser un tanto burdos y abigarrados y, aunque sea magnánimo en corazón y alma, el fiel lector huye pavoroso de ellos. Hoy, en EMC Traducciones, os presentamos una palabra que se incardina en el fascinante mundo de la maquetación editorial: contraportada, cubierta trasera o contracubierta.
Pese a la incesante pugna que ha surgido en torno a dicho término, los profesionales de la maquetación y la edición acostumbran a emplearlo para referirse a la cubierta posterior de un libro en la que se suelen incluir un resumen de la obra, críticas promocionales e información sobre el autor de la obra en el caso de los libros de bolsillo sin solapa interior. Sin embargo, no existe consenso unánime al respecto. De facto, el vocablo se emplea también para hacer referencia a las páginas de cortesía o, incluso, a las guardas del manuscrito. Así que podemos afirmar, con cierta lucidez, que «cada maestrillo tiene su librillo» y que este término puede llegar a ser ambivalente.
En la lengua de nuestros vecinos, el portugués, «contraportada» se traduce por un término muy similar: «contracapa». En idiomas como el francés y el italiano, lenguas romances hermanas, se habla de «quatrième de couverture» y «quarta di copertina», respectivamente. Por su parte, el inglés y el alemán hacen uso del término espalda o parte posterior («back» y «Rücken») para formar «back cover» y «Rückseite». Además, los anglosajones emplean términos distintos en función del material y la tipología textual. Así pues, llaman «back cover» a la contraportada de un libro, mientras que usan «back page» para referirse a la de una revista o un periódico. Y si hilamos muy fino y nos aventuramos a ahondar en idiomas más intricados, el término en ucraniano «ЗАДНЯ ОБКЛАДИНКА» es, al fin y al cabo, muy similar a su equivalente ruso «ЗАДНЯЯ ОБЛОЖКА».